La apitoxina se emplea medicinalmente en la apiterapia por el alivio
sintomático que produce, como tratamiento para diversas enfermedades,
Ayudando bioquímicamente en la recuperación de la salud y
predisponiendo energéticamente al cuerpo para reaccionar y recobrarla
eficientemente, comenzando su acción por su potente efecto
antiinflamatorio, analgésico y antibiótico local, sin ningún efecto secundario.
Apitoxina actúa sobre los macrófagos reduciendo la producción de
interleukinas 1 y 2 mediadores químicos involucrados en el proceso de la
inflamación. Acciones terapéuticas:
Antiinflamatoria: estimula el eje hipotálamo, hipófisis y glándulas
suprarrenales e induce a la producción de corticoides endógenos.
Analgésica: libera endorfinas, que son analgésicos endógenos
Antidepresiva: estimula la producción de serotonina, dopamina y
noradrenalina, neurotransmisores responsables para nuestro bienestar
anímico.
Inmunomoduladora: estimula la formación de células multicelulares,
monocitos, macrófagos, linfocitos A y T.
HIPONTENSORA: dilata vasos sanguíneos.